lunes, 14 de marzo de 2011

Es una pena que no sepa como huele un buen vino...



Jack: Ya escribirás otro. Tienes cantidad de ideas…

Miles: No. Se acabó. No soy escritor. Sólo soy un profesor de literatura. Al mundo le importa una mierda lo que tengo que decir, no soy necesario. Soy tan insignificante que ni tan siquiera puedo suicidarme.

Jack: Miles, ¿qué coño quieres decir?

Miles: Vamos tío, ya sabes (…): No puedes suicidarte hasta que te hayan publicado algo.

Jack: ¿Qué me dices del que escribió La conjura de los necios? Ese se suicidó antes de publicar nada, y mira que famoso es ahora…

Miles: Gracias.

Jack: Tú no te rindas, ¿vale? Lo conseguirás.

Miles: La mitad de mi vida ya ha pasado, y no me he visto recompensado con nada, ¡Nada! Soy una huella dactilar en la ventana de un rascacielos, soy una mancha de excremento impregnada en un pañuelo arrastrado a alta mar junto con un millón de toneladas residuales…

Jack: ¿Lo ves? ¡Eso mismo! ¡Lo que acabas de decir es muy hermoso! Una mancha de excremento, ¡arrastrada a alta mar! Yo no podría escribir eso.

Miles: En realidad yo tampoco. Creo que es de Bukowski.

martes, 1 de marzo de 2011

But you're nowhere near to me.

Hola, ¿Qué tal? Sí, soy yo de nuevo, quién sino claro... No ha cambiado gran cosa, lo sé; no esperes encontrar algo nuevo en mí; bueno... solo una cosa; Sí, esa misma; esa que ya has notado.

¿Sabes? en el fondo no somos tan diferentes, cada uno a su modo claro, pero, te asombrarías de lo que nos parecemos.

En fin, hoy no voy a escribir mierdas como de costumbre, para qué, sí de todas formas no sé ni cómo escribir todo esto; no tiene sentido, mejor escucho una canción.
Pero...solo una cosa, quizás haya esperanza para los olvidados, los abandonados; los malditos condenados a vagar cargados de sueños sin intenciones de cumplirse; los que se evaden dentro de sí mismos... quizás haya una esperanza para los mutantes.