Día 29.- "Lagora" de los Goya

Pensando en hoy…

Esta noche fueron los Goya; por lo general no suelo ver este tipo de eventos por la tele, no por nada, sino porque son demasiadas las películas españolas que no aparecen siquiera en el festival y nunca me ha llamado demasiado la atención, pero esta noche, tenía muchas ganas de ver a Alex de la Iglesia y escuchar su discurso.

Nada más terminar, Flor me ha preguntado que qué quiero hacer profesionalmente en la vida… primero me he reído, como siempre cuando me hacen esta pregunta…cómo puedo explicarlo…yo no quiero ser actriz, yo no quiero ser guionista, ni dirigir películas, ni grabarlas, ni ser la fotógrafa…YO QUIERO SER CINE.

Alguna que otra vez he discutido con alguien sobre esta profesión; cómo ha dicho esta noche Alex, no se salvan vidas, se trabaja para agradar al espectador; bueno, vale, pero yo no puedo pensar solo así, una vez alguien importante para mí me dijo que le enfadaba la idea de que “un tío” que hace una película gane más dinero que alguien que trabaja con sus propias manos y apenas llega para llevarse algo a la boca.

Yo ya lo tengo claro, no puede ser de otra manera, necesito dedicarme a esto, porque a pesar del miedo al fracaso, al poco apoyo y a la inestabilidad, es inmensa la felicidad que siento cuando inventan personajes para mí, cuando inventamos una vida entre los dos, cuando nos servimos de nuestra propia mierda para escribir historias, cuando me convierto en ti delante de la cámara, cuando tengo una cámara en las manos…cuando soy yo misma y nada más.

Sé que últimamente estoy bastante triste, siento escribir lo que siento, porque sí que estoy contenta, a pesar de la decepción, el miedo, la inseguridad y las ganas de conseguir que me quiera...estoy muy contenta de contar con vosotros, de pensar en fruta, y darme la oportunidad de hacerme feliz con cada proyecto. De leerme en estas pajas mentales y animarme.

En un guión Charlie Kaufman escribió: “Yo quería apasionarme por algo tanto como la gente se apasionaba por esas plantas pero eso no va conmigo. Supongo que sí tengo una pasión confesable: quiero saber lo que se experimenta al sentir tanta pasión por algo”.

Yo encontré mi orquídea fantasma. Y me siento afortunada por ello.