viernes, 7 de mayo de 2010

Día 51.- El que mucho abarca poco aprieta.

Anoche me introduje en mi escafandra, me prometieron que con ella podría viajar por el espacio sin ningún problema y conocer planetas nuevos como si fuera el Principito; pero a mitad de camino falló mi nave y caí como Alicia por el agujero hasta lo más profundo del océano.

El tiempo parece una ola que me golpea una y otra vez en la cara dificultando mi respiración.
Tengo que ser realista y adaptarme a mis posibilidades, pero yo sola no puedo.

Del cristal de mi escafandra le arranco unas algas que entorpecen mi visión y doy pequeños pasos porque el traje pesa demasiado... ¿Será el fondo del mar tal y como lo pinta Miguelanxo?...

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